Esta alergia contumaz y siempre inoportuna es asidua en primavera.Me sorprende cuando escribo,
y me brinda para llorar su excusa,
pues ocultar puedo mi llanto
que es más de sentimiento,
aunque para el resto sea
la razonable y cuestionada duda.
Lágrimas resbalan al momento
cuando desgrano mi canto,
y no hay alergia que esconder pueda
unos ojos que lloran,
de bermellón tintados.
¿Serán las flores de mayo?
Son las nubes del recuerdo
las sombras en sus campos,
las de torrenciales lluvias que ayer
dejaron mis ojos empapados.
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