Estas horas que tan lento pasan
no son otra cosa que la sentencia
que como vida en cárcel dictan
juntas la sensatez y la prudencia,
contra dos almas hoy convictas
que por amor del mundo escapan.
Unidos van mi desazón y tu dolor
y por todo equipaje la esperanza
en este mar de zozobra y ansiedad,
en batalla desigual y a ultranza
renegar de esta muerte en soledad
si aparece en horizonte el desamor...
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