viernes, 5 de junio de 2015

Nada que contarte...




 

Podrás imaginar que me fui

cuando ya nada tuve que contarte,

cuando mi boca sola enmudeció

en medio de una densa nube,

polvareda ardiente que rompe todo

como el humo sucumbe al aire.

 

Podrás imaginar en sueños rotos

aquella tu inmensa paz robada

y como reo de perpetua condena

me niego a herirte una vez más,

pues nunca hubo flor más hermosa

que aquella que nunca fue cortada…


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