domingo, 26 de octubre de 2014













De rápido y torpe hablar
sin dejar atrás mi ego,
lanzo y exclamo dogmas
sin saber si en el daño
involuntariamente hiero.

Perdón pido
en mi supina ignorancia
pues de necios es hablar
sin pararse a razonar
ni oir la voz que es sabia.

Razón verdadera
la de aquél que lo ha vivido
y no hay ninguna ciencia
que pese más en la conciencia

de quien el mal ha sufrido.

( Dedicado a todos los que, de un modo u otro lastimé, pero, sobre todo, a ti....) Gracias por tu generosidad.

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