De rápido y torpe hablar
sin dejar atrás mi ego,
lanzo y exclamo dogmas
sin saber si en el daño
involuntariamente hiero.
Perdón pido
en mi supina ignorancia
pues de necios es hablar
sin pararse a razonar
ni oir la voz que es sabia.
Razón verdadera
la de aquél que lo ha vivido
y no hay ninguna ciencia
que pese más en la conciencia
de quien el mal ha sufrido.
( Dedicado a todos los que, de un modo u otro lastimé, pero, sobre todo, a ti....) Gracias por tu generosidad.
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