sábado, 2 de agosto de 2014

RENÉ FAVALORO, CUANDO LA VOCACIÓN ES COMPROMISO

   Muy a menudo, algunos amigos se extrañan de mi marcado interés en personas que dejaron este mundo a temprana edad. Mi curiosidad no es por lo puramente escatológico, como tampoco el morbo de la tragedia. Son personas que cautivan a cualquiera cuando en algo se conoce su vida, y busco sobre todo, aquellas que en vida fueron realmente humanos, algunos, genios, pero no tuvieron el reconocimiento que merecieron cuando desarrollaban su labor. Y me vienen a la memoria por citar algunos, Vincent Van Gogh, Alfonsina Storni y quien ocupa hoy este humilde texto: René  Favaloro. Sirva como  modesto homenaje a un ser verdaderamente excepcional.

   René Gerónimo Favaloro nació el 12 de julio de 1923 en La Plata (Argentina). La Humanidad debe mucho a este gran hombre, cardiocirujano de profesión, primer profesional en el mundo en implantar la novedosa técnica que tantas vidas salva en la actualidad: el by-pass cardíaco. Terminados sus estudios de Medicina, y tras el obligado paso por el Hospital Policlínico, se trasladó a la localidad de Jacinto Aráuz, sustituyendo de forma temporal al médico adscrito a la misma. Es allí donde toma contacto con esa gente tan peculiar, tan allegada, y que cala pronto en su vocacional forma de entender la medicina, sensibilizándose con las carencias de una población rural. Favaloro compaginaba su actividad, al tiempo que se actualizaba constantemente, interesándose  por la cirugía torácica. En su afán investigador, y a punto de finalizar la década de los 60 empezó a estudiar las posibilidades de utilización de la vena safena en problemas coronarios, y a comienzos de los 70 crea la Fundación que lleva su nombre.

   René Favaloro fue, desde su nacimiento, inquieto, preocupado siempre por aprender, ahondando en el conocimiento de las cosas y su porqué, y fue su abuela materna,  quien le transmitió su amor por la naturaleza, y  a ella  dedicó su tesis doctoral:

    “A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver la belleza hasta en una pobre rama seca

   Hay algo que me llama la atención de Favaloro, y es que, en su tercer año de prácticas en el Policlínico empieza a establecer contacto con los pacientes. Existe una sutil diferencia entre estudiar una carrera para conseguir posición, nombre, y, cómo no, dinero, y quien estudia  una disciplina porque es su vocación, sin más pretensión que la de servir a una población que demanda y necesita de la medicina. El no se iba a casa una vez concluida su jornada matinal, sino que volvía por las tardes controlando la evolución de cada paciente y estableciendo un estrecho diálogo con ellos. Para quienes conocemos algo el ámbito hospitalario sabemos que hacer algo así se traduce en comentarios despectivos por parte del resto de compañeros, ya que supone establecer esa diferencia entre profesión y vocación. Así mismo hacía el seguimiento de los alumnos de sexto año de los profesores titulares de Clínica Médica, Egidio Mazzei o Rodolfo Rossi. Federico Christman fue quien le enseñó las técnicas de simplificación y estandarización que más tarde aplicaría en cirugía cardiovascular. Es en el Hospital Policlínico donde se preparó profesionalmente, y donde vivió durante los dos años de residencia. Este hospital recibia numerosos casos de extrema complicación de toda la provincia de Buenos Aires. Tras graduarse en 1949, se produjo una vacante como médico auxiliar, accediendo al mismo de forma interina, y es aquí donde veo algo que no me deja indiferente. En los datos a completar en la tarjeta, figuraba una cláusula donde aceptaba la doctrina del Gobierno de turno, con la obligatoriedad de afiliarse al Partido Justicialista, algo que no aceptó, lo que dice y mucho de su dignidad como persona.

   Juan José, hermano de Favaloro comenzó a trabajar con él en la clínica de Jacinto Aráuz consiguiendo la integración en la comunidad por su extraordinaria calidad humana. Durante los años que permanecieron en Jacinto Aráuz fundaron un centro asistencial, con una gestión y resultados que para sí quisieran los gestores con Master de cualquier hospital español, por poner el ejemplo más cercano que tengo. Se erradicó la mortalidad infantil en la zona, se redujeron las infecciones en los partos, así como la desnutrición, creando a la vez un banco de sangre con donantes vivos que se presentaban cada vez que lo necesitaban, así como charlas y una completa metodología para prevenir enfermedades.

   René Favaloro sigue estando al día a través de publicaciones médicas, realizando al mismo tiempo cursos de capacitación en La Plata. La cirugía cardiovascular comenzaba a despuntar, y consideraba la forma de terminar su etapa como médico rural y adquirir una capacitación que sólo podía obtener en los Estados Unidos, y fue el profesor José María Mainetti quien le recomendó la Cleveland Clinic. Tras establecerse en Cleveland estuvo primero como residente, y más tarde en el equipo de cirugía en colaboración con los médicos locales, especializándose en enfermedades valvulares y congénitas. La estandarización del uso de la vena safena en cirugía coronaria (by-pass), también conocida como cirugía de revascularización miocárdica fue su principal trabajo en toda su carrera, algo que le dio prestigio internacional, ya que dicha técnica cambió de forma radical lo conocido hasta entonces sobre la enfermedad coronaria. En 1970 publica el libro Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria.


No hay comentarios: