domingo, 24 de agosto de 2014

PROPIEDAD INTELECTUAL

   Así le llama esta generación que se caracteriza, entre otras cosas por una ausencia casi total de la cultura del esfuerzo, y más dada al rédito y la subvención.Puedo entender la propiedad intelectual en un invento de repercusión mundial, en un fármaco antihipertensivo, como producto de una investigación, pero me cuesta que se aplique a un don o dones para expresar algo tan hermoso como la poesía. Sí, sí, ya sé que esto es así, pero es mi opinión nada más. También me gustaría que esa misma propiedad intelectual se volcara con los herederos de Bécquer, Darío, Machado, etc.

   Pero bueno, como es algo farragoso paso olímpicamente de enredar porque no tengo ningún interés en registrar cuanto escribo, porque mi oficio no es el de escritor o poeta, así de claro. Es tal vez la falta de honestidad del individuo lo que hace que se recurra al Copy Right, como defensa ante los pobladores de las buitreras. Pero los buitres existen desde siempre, y lo pude comprobar en 18 años como diseñador-modelista de joyas. Y cuando un diseño es atractivo, ahí están atentos ellos, para copiar el modelo desde la misma fundición, antes incluso de que quien me pagó lo sacara al mercado. ¿dónde estaba mi propiedad intelectual?. El modelo sí lo registra el fabricante, pero yo no lo cobré con precio de exclusividad, sino como un modelo más. Tampoco el fabricante  tuvo la deferencia de compartir en algo los beneficios de esa exclusividad.

   ¿ Puede que el Copy Right en realidad sea o esconda otro mensaje? Creo que sí. Leo prosa y poesía soberbia, con el talento y sensibilidad necesarios de gente desconocida en los círculos editoriales, y puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que tampoco tienen ningún interés en poner al final de su trabajo “Reservados los derechos”. De igual forma, muchos escritores que se codean con editoriales, pero desconocidos también, sí incluyen la advertencia a modo de esa tablilla de “coto privado de caza”. Si el escritor o poeta desea ser conocido, ¿no basta con poner eso de “prohibida la reproducción parcial o total…..sin citar la procedencia? No, no, queda mejor lo de Copy Right o Derechos reservados, porque así marcamos diferencia y territorio, intentando decir que somos importantes, que mi prosa o poesía no es la del populacho.

   Pues, muy bien. Con su pan se lo coma quien quiera vivir de la prosa o la poesía y hacer de ellas su profesión pero seguiré escribiendo sin registrar nada, porque quien quiera robarte, de seguro lo hará. Y como yo soy responsable y esclavo de cuanto escribo, permítanme la licencia de poner mi nombre al final, no para destacar por encima del resto, sino para decir que eso lo escribió alguien, por lo que apelo a la decencia y honestidad del resto. Si pongo mi nombre, no es por vanidad tampoco, sino para indicar entre otras cosas que en todo texto hay algo de esfuerzo, que no todo consiste en un copiar y pegar, como más de un amante de la cultura sin esfuerzo piensa.


   El Copy Right tampoco da derecho a bombardear sistemáticamente en forma de publicidad subliminal, y a veces directa y descarada con el solo objetivo de vender. Para eso existen otros canales, sólo es cuestión de rascarse un poco el bolsillo.

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