Así le llama esta
generación que se caracteriza, entre otras cosas por una ausencia casi total de
la cultura del esfuerzo, y más dada al rédito y la subvención.Puedo entender la
propiedad intelectual en un invento de repercusión mundial, en un fármaco
antihipertensivo, como producto de una investigación, pero me cuesta que se
aplique a un don o dones para expresar algo tan hermoso como la poesía. Sí, sí,
ya sé que esto es así, pero es mi opinión nada más. También me gustaría que esa
misma propiedad intelectual se volcara con los herederos de Bécquer, Darío,
Machado, etc.
Pero bueno, como es
algo farragoso paso olímpicamente de enredar porque no tengo ningún interés en
registrar cuanto escribo, porque mi oficio no es el de escritor o poeta, así de
claro. Es tal vez la falta de honestidad del individuo lo que hace que se
recurra al Copy Right, como defensa ante los pobladores de las buitreras. Pero
los buitres existen desde siempre, y lo pude comprobar en 18 años como
diseñador-modelista de joyas. Y cuando un diseño es atractivo, ahí están
atentos ellos, para copiar el modelo desde la misma fundición, antes incluso de
que quien me pagó lo sacara al mercado. ¿dónde estaba mi propiedad
intelectual?. El modelo sí lo registra el fabricante, pero yo no lo cobré con
precio de exclusividad, sino como un modelo más. Tampoco el fabricante tuvo la deferencia de compartir en algo los
beneficios de esa exclusividad.
¿ Puede que el Copy
Right en realidad sea o esconda otro mensaje? Creo que sí. Leo prosa y poesía
soberbia, con el talento y sensibilidad necesarios de gente desconocida en los
círculos editoriales, y puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que tampoco
tienen ningún interés en poner al final de su trabajo “Reservados los derechos”.
De igual forma, muchos escritores que se codean con editoriales, pero
desconocidos también, sí incluyen la advertencia a modo de esa tablilla de
“coto privado de caza”. Si el escritor o poeta desea ser conocido, ¿no basta
con poner eso de “prohibida la reproducción parcial o total…..sin citar la
procedencia? No, no, queda mejor lo de Copy Right o Derechos reservados, porque
así marcamos diferencia y territorio, intentando decir que somos importantes,
que mi prosa o poesía no es la del populacho.
Pues, muy bien. Con
su pan se lo coma quien quiera vivir de la prosa o la poesía y hacer de ellas
su profesión pero seguiré escribiendo sin registrar nada, porque quien quiera
robarte, de seguro lo hará. Y como yo soy responsable y esclavo de cuanto
escribo, permítanme la licencia de poner mi nombre al final, no para destacar
por encima del resto, sino para decir que eso lo escribió alguien, por lo que
apelo a la decencia y honestidad del resto. Si pongo mi nombre, no es por
vanidad tampoco, sino para indicar entre otras cosas que en todo texto hay algo
de esfuerzo, que no todo consiste en un copiar y pegar, como más de un amante
de la cultura sin esfuerzo piensa.
El Copy Right
tampoco da derecho a bombardear sistemáticamente en forma de publicidad
subliminal, y a veces directa y descarada con el solo objetivo de vender. Para
eso existen otros canales, sólo es cuestión de rascarse un poco el bolsillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario