POR CUANTO SE NOS HA NEGADO

No es por sentir lo humanamente vivido

y que nunca pensamos de antemano.

Consecuencia ingrata que recibimos,

pues hacemos recuento de nuestras horas

sin darnos cuenta que el tiempo pasa

y el hoy ya no es hoy: somos parte del pasado.

Arboles que en  otoño desangrados mueren

Y hojas que se resisten a caer.

Si por nacer viven y aguantan un verano,

pocos quedan con su cuerpo indemne,

pero es solo la vida quien siempre decide

cuándo se ha de volver a nacer.

Todo nos falta para palpar lo que vemos,

lo banal y efímero nos enloquece.

Toleramos la miseria sin pudor,

y como errantes almas aceptamos

cuanto solo nos viene dado

ocultando así lo que nos envilece.

Imaginación que se desborda sin límite

con la fuerza de  alazán desbocado.

En la soledad más triste preguntamos,

y todo el silencio por respuesta,

sin nadie que explique las razones

por todo cuanto se nos ha negado.

( Es lo que tiene la noche. A veces pensamos demasiado)