domingo, 21 de diciembre de 2014

Vienes...te vas.


Llegas como vienes
y vienes como te vas,
y esperar es tanto o más
que morir de a poco,
contando días,
aguardando lunas,
como rocío que desciende
y forma lágrimas
en las ramas de un árbol,
como cristalina vida
que por fin alivia
tras largo verano
su agonía en sequedad.

Llegas como la marea
y de nuevo en la orilla
como ola furiosa te vas,
sin entender
que la efímera espuma
son flores que en burbujas
desaparecen en la arena,
la  de frágiles castillos
que estas manos hicieran
sin saber que la arena
no es tuya ni mía,
que los sueños
siempre los devora el mar.





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