Creo que no hay belleza que iguale al románico palentino, abundante, pletórico....
Hoy contemplo Castilla
de nuevo en su esplendor,
con la meseta que enmudece
a golpe de tañidos lentos,
en campanarios de piedra
que las cigüeñas convirtieron
en aposentos de siglos
de aquél románico en sus arcos
que aguantaron firmes sin temor…
que aguantaron firmes sin temor…
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