jueves, 11 de diciembre de 2014

CONFUSION, DUDAS...





Acaso no entiendo y menos saboreo
cuanto la libertad brinda,
porque la libertad no se perdona,
porque todos portamos
ese gen de la esclavitud
que nos aisla en el reducto.
Y en ese mar de confusiones
merodean lo asiduo y cotidiano
desde múltiples atalayas,
erguidas como gigantes en la selva,
pero incapaces de apreciar la luz,
la que a todos llega.
¿Porqué cerrar los ojos  al milagro
que evita nuestra ceguera ?  


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